¿Es importante manejar las emociones en el ámbito del diseño de moda? La respuesta, tal vez, pueda deducirse con los siguientes ejemplos: el más reciente, sobre la falta de empatía de un famosísimo diseñador, que hasta antes del fatídico momento en que expuso sus tendencias antisemitas, era mi favorito:

John Galliano fue hasta hace poco el director creativo de Christian Dior, una de las casas de moda más importantes, de la cual fue despedido inmediatamente después de la publicación de un video donde expone claramente su amor por Hitler y el odio a la humanidad.

Fotografía: http://www.bbcamerica.com/anglophenia/files/2011/02/290x200_johngalliano.jpg

 

Otra muestra es Kate Moss, quién fuera filmada en 2007 consumiendo drogas, y aunque pudo salir bien librada del asunto, dejó entrever su realidad, más allá de la imagen que vendía.

Fotografía: http://gutenver.tv/wp-content/uploads/2011/06/kate-moss7.jpg

 

El caso extremo es Alexander Mcqueen, quién tras la muerte de su madre, lamentablemente no se recuperó y decidió terminar con su vida.

Fotografía: https://1.bp.blogspot.com/--O4eesra31U/URoBLWvrwmI/AAAAAAAAEjY/AgPB8fpqyOk/s1600/alexander_mcqueen-tim_walker.jpg

 

El éxito, al parecer, no es suficiente para contribuir al equilibrio emocional que conduce a la felicidad. Galliano, primer inglés en dirigir una casa francesa, gracias a su capacidad histriónica y sus dotes creativos; Moss, considerada como una de las mujeres más bellas del planeta; Mcqueen, en la cúspide de su carrera y rodeado de poder, dinero, belleza y fama… Al parecer lo tenían todo. Pero más allá, en lo profundo de cada uno de ellos, se pudo observar que su mundo interior se encontraba en conflicto con sus emociones.

 

¿Y qué es una emoción? Según la definición de la Real Academia Española, emoción es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Goleman popularizó el término ‘inteligencia emocional’, gracias al best seller del mismo nombre. Ahí menciona que una emoción es “un sentimiento y sus pensamientos característicos, a estados psicológicos y biológicos y a una variedad de tendencias a actuar”. Desde su punto de vista, “existen cientos de emociones, junto con sus combinaciones, variables, mutaciones y matices”.

 

El escritor desglosa las emociones de la siguiente manera: ira, tristeza, temor, placer, amor, sorpresa, disgusto, vergüenza. Todas ellas son inherentes y forman parte de la vida diaria del ser humano. Bien manejadas, pueden contribuir a lanzarnos hacia el éxito, pero si no sabemos cómo conducirlas, pueden entorpecer nuestro crecimiento y sabotear nuestras oportunidades laborales y personales. Pudimos observar que Galliano se dejó llevar por el odio y afectó terriblemente su carrera profesional; aún más grave, Mc Queen terminó con su vida debido a la depresión y Moss afectó su salud con drogas y alcohol.

 

Nosotros podemos aprender por medio de la experiencia vicaria (aprender de la experiencia de otros), si como diseñadores y seres pensantes nos damos un tiempo para auto observarnos, para aprender a manejar y canalizar las emociones positivamente. Tal vez así, además de alcanzar el éxito laboral, también accedamos a una vida equilibrada y plena.