Alethia Archilee

La expresión por medio de la imagen corpórea ha sido una rúbrica que le ha permitido al ser humano no solamente expresar los progresos ingénitos a su evolución, sino también identificarse en grupos sociales y culturales.

Con el transcurrir del tiempo la imagen se ha convertido en un filtro que le permite al inconsciente colectivo distinguir lo que encaja con los requerimientos socioculturales de su entorno. Este fenómeno conocido como percepción selectiva les facilita a los sujetos enfocar su atención en lo que desean.

Con nuestro atuendo nos comunicamos, lo que vestimos y como nos comportamos les da una idea a los receptores sobre quienes podríamos ser sin necesidad de utilizar palabras. Es por esta razón que muchas veces las puertas del éxito o del amor se abren o se cierran de manera inmediata porque la mente está condicionada a optimizar sus percepciones ahorrándose tiempo descartando todo aquello que no le es de utilidad.

Vestirte para la ocasión es ineludible si lo que pretendes es acceder a medio ambientes o personas concretas porque como expone el dicho popular, aunque el hábito no haga al monje si lo distingue.

Me he percatado que mucha gente se resiste a afanar su imagen porque la publicidad ostenta iconografías de perfección imposibles de alcanzar. Además algunos filmes y programas televisivos han contribuido a fomentar el miedo al cambio porque al realizar sus propuestas muchas veces utilizan la agresión acompañada de comentarios voraces y poco diplomáticos que terminan siendo contraproducentes en la autoestima del individuo y en la visión general que se tiene sobre lo que un cambio de imagen es.

La resistencia también surge del miedo al cambio, para la mente es mucho más fácil permanecer en su zona de confort y seguridad ante lo conocido, porque cualquier variación en su rutina le requiere más energía para adaptarse a la novedad que cuando ya tiene ciertos mecanismos de supervivencia dominados.

Por estas razones y si es que estás ponderando un cambio de imagen es de relevancia que analices que este parta del respeto a tu integridad psicológica tomando en cuenta tus necesidades emocionales a la par de las estéticas para que el cambio sea además de duradero, acogedor.

Definir los “para qué” de la decisión de mudar te ayudará a marcar las pautas de tu nuevo look, quizá desees obtener un nuevo empleo; posiblemente apetezcas adaptarte a tu entorno o tal vez quieras incursionar en uno diferente; a lo mejor quieres mostrarte más atractiv@ o podría ser que estés pensando en mostrarle al mundo tu verdadera personalidad.

Cualquier motivación que detectes que te está impulsando a buscar una nueva versión de ti mism@, será la que te permitirá saber como dar el siguiente paso.

Una vez que ya tienes definido tu objetivo entonces es momento de visualizar como realizarás este proceso. La transformación es mucho más fácil y llevadera si es que te das un tiempo para determinar cuáles son los parámetros en salud con sus respectivos límites que te conviene puntualizar para realizarlo, respetando  de esta manera tu integridad económica, física y emocional:

Es muy común que cuando se inician cambios de imagen vayan surgiendo necesidades no contempladas que podrían terminar en un embrollo económico. Para ahorrarte estrés y mantenerte dentro de una economía sostenible, asigna una cantidad específica y con base a esta programa que puntos vas a abordar priorizando lo que es más importante para ti.

Cuando se realizan cambios menores como un corte de cabello o una nueva indumentaria, no es necesario pensarlo tanto ya que cualquier desperfecto tiene solución, empero si estás contemplando algún tipo de cirugía, tratamiento o implante, es preponderante que además de realizarlo con un profesional especializado y con experiencia, investigues cuales son las secuelas a corto, mediano y largo plazo que podrías sufrir ya que cualquier intervención al físico conlleva riesgos en mayor o menor grado.

Un cambio de imagen puede hacerte sentir bien momentáneamente, pero si este no va acompañado de una transmutación interna entonces el efecto será efímero.

Es innegable que realizar un proceso de esta magnitud es por demás complejo porque requiere mucho más energía introspectar que cambiarse el maquillaje o comprarse una bolsa nueva. Una remasterización desde el interior necesita tiempo, dedicación y esfuerzo constante para poder obtener resultados evidentes y perdurables.

Para animarte quiero recalcar que son estos los que al final  terminarán reflejándose con más ahínco en tú exterior, porque como mencionó alguna vez Cristina Pineda del dueto Pineda Covalín, “de nada sirve vestir el cuerpo si no se reviste también al alma”

Una transformación holística comprende la autoaceptación como piedra angular, amarte y aceptarte tal y como eres es fundamental para poder atraer situaciones saludables a tu vida, porque al fin y al cabo cuando alguien se siente bien consigo mism@ lo refleja en todas sus interacciones personales y todo lo bueno le llega por añadidura.